La articulación de los actores que componen la Agroindustria regional es uno de los pilares fundamentales de Maule Alimenta. Sin embargo, la vinculación con actores relevantes fuera del territorio, es de vital importancia también, pues a través de estos lazos podemos ampliar el alcance de influencia del Programa en favor de sus empresas.
En esta línea, y enfocados en cumplir nuestra meta de que el 50% de las empresas de Maule Alimenta incorporen sustentabilidad en sus procesos productivos, es que la vinculación con Territorio Circular cobra importancia.
Se trata de un programa de Corfo y el Ministerio de Medio Ambiente que busca generar condiciones habilitantes que contribuyan a una eficaz implementación de la hoja de Ruta de Economía Circular de Chile, promoviendo modelos de economía circular que generen impacto positivo en los territorios y sus habitantes.
Si bien Maule Alimenta tiene su propia Hoja de Ruta en materia de Economía circular, existen sinergias que pueden ser abordas de mejor manera a través de un trabajo colaborativo entre ambos programas.
¿Cuáles son los principales desafíos para la agroindustria, especialmente en el Maule, en materia de economía circular?
La agroindustria es un sector transformador del sector agrícola hacia procesos o productos más elaborados, como alimentos, conservas, entre otros. En ese procedimiento, hay un requerimiento importante de energía y un proceso inherente de transformación, que genera flujos de entrada y de salida, donde hay tanto residuos orgánicos como mermas por ejemplo, plásticos, packaging, embalajes, entre otros, por lo que es un sector que conjuga muy bien el nivel de economía circular, donde convive el ciclo técnico y el biológico. Las oportunidades están en detectar cuáles son los principales flujos, en cuanto a volumen, es importante, por el tamaño del problema y detectar oportunidades o articular soluciones conjuntas entre industrias, que probablemente al estar en el mismo territorio y al ser empresas similares, tienen desafíos comunes. A mi juicio, el gran desafío es de qué manera podemos agrupar demandas y buscar oportunidades, que bajo economías de escala sean comunes y útiles para todos.
¿Cómo crees que PER Maule Alimenta puede colaborar en estos desafíos de la agroindustria?
PER Maule Alimenta es fundamental, ya que es un ente que está ubicado en el territorio y que articula todas las cadenas productivas del sector agroalimentario, por lo tanto, conocen la realidad y las necesidades de las empresas, y logran conectar esas distintas necesidades y desafíos. De esa forma el programa Territorio Circular es un muy buen aliado de PER Maule Alimenta y viceversa, para poder trabajar en conjunto y potenciar articulaciones en torno a desafíos de economía circular, a la articulación de demanda y al levantamiento de oportunidades conjuntas, para brindar herramientas a las empresas agroindustriales, a través de PER Maule Alimenta en dichas soluciones detectadas.
¿Cuáles son las oportunidades de crecimiento en el sector agroindustrial en materia de economía circular?
En la región del Maule, tras nuestro último Taller de Oportunidades Circulares, se han identificado oportunidades de aplicación de ecodiseño en envases y embalajes, identificación de los principales subproductos o residuos que requieren una solución dentro de la economía circular, de los cuales el mayor volumen y que más se repite entre las empresas son los residuos orgánicos junto a otros residuos agroindustriales. Sobre esta base, se puede decir que en la región hay una necesidad de desarrollar soluciones para la agroindustria y que esas soluciones deben generar valor agregado, aprovechando los subproductos generados por ella e incluso evitando que se generen.
Para esto tenemos dos vías para avanzar en concreta las oportunidades. Por un lado articular a las empresas que generan un subproducto con las empresas que lo puedan necesitar y usar en sus procesos, y por otro lado, cuando se requiere alguna transformación o el desarrollo de un nuevo uso de ese subproducto, articular a las empresas con la academia, centros tecnológicos o quien pueda hacer I+D, siendo nosotros el puente entre la industria y estos centros de I+D.
¿Cómo podemos convencer a las empresas agroindustriales del país de implementar medidas de economía circular en sus procesos productivos?
Demostrándoles que es un buen negocio. Las empresas van a avanzar en la medida de que detecten que es una oportunidad real, y cuando hablamos de economía circular hablamos de una buena administración de una empresa, de una organización, y esa administración tiene que ver con una gestión adecuada de sus recursos, que eso sea un buen negocio, que económicamente sea atractivo, ambientalmente sostenible y socialmente responsable. Por lo tanto, en la medida que eso funciona y que la empresa se da cuenta de aquello, lo va a ir incorporando de forma permanente, gradual y estructurada en el call business. Si no encontramos casos de éxito o no se vislumbran oportunidades de esa naturaleza, es muy difícil que las empresas se sumen. Por eso es importante, que esos desafíos que lidera PER Maule Alimenta y que apoya el programa Territorio Circular, busquen ser inspiración para otros y visibilizar cómo cambiamos un modelo productivo lineal por un modelo circular. Hay que tener la mirada más de largo plazo, en cómo visualizo la empresa en el futuro con los desafíos no solamente actuales, sino que los desafíos que se nos vienen en temáticas de sustentabilidad, eficiencia, cambio climático, gestión de residuos, entre otros.